Magia para bebés: «¡Más colores!»

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¿Es posible hacer magia para bebés? Mi espectáculo es pionero en España. La primera producción de teatro mágico para niños de hasta 4 años de edad:

Siempre hemos pensado los profesionales que con menos de 5 años no pueden entender el espectáculo sencillamente porque no pueden discernir entre lo que es el efecto de magia -la aparente violación de las leyes de la física- y si lo entienden no pueden vivirlo sin angustia. De hecho Juan Tamariz y otros han teorizado sobre el componente de angustia subyacente en la magia para adultos. La experiencia artística -más allá de mi capacitación como doctor en sociología y mi especialización en psicología social- me dice que los 5 años son la frontera para entender la magia. Niños de 5 a 7 años pueden disfrutar con repertorios similares y aunque quizá no entiendan plenamente otros efectos para niños mayores o adultos los toleran. Por eso en la magia familiar hay que alternar efectos de magia para todas las edades. Es completamente distinto con menores de 5 años. La experiencia de mi espectáculo y la minuciosa preparación y tests que hicimos antes de comercializarlo, nos dicen que los mayores de 4 años se aburren con este show -aunque los adultos que les acompañan se asombren y disfruten- y que en todo caso su presencia apabulla a los más pequeños.

Me gusta decir que es teatro mágico, más que magia, precisamente porque los bebés -en este sentido amplio de 6 meses a 4 años- no pueden racionalizar lo que ven. Si ven flotar una flor simplemente creen que es algo normal ¡puesto que lo están viendo! Es más si no lo creyesen se asustarían. De manera que para ellos la magia no es el juego de dejarse engañar los sentidos, sino el de confirmar lo que perciben con los sentidos. Es por esto que permanecen absolutamente atentos -muchas veces para sorpresa de sus padres- absortos durante treinta minutos: porque disfrutan de ver una «realidad» distinta. Estimulados y mecidos por una selección de música clásica en este espectáculo no hay sorpresas -elemento fundamental en magia para otras edades- porque la sorpresa en quien cree que lo que ve es real se convierte en susto. Un espectáculo estimulante auditiva y visualmente.

¿Puede hacerse en casa? No. Requiere crear un ambiente, una atmósfera. Esto solo lo da el estar en grupo con otros niños de la misma edad y la escenografía e iluminación. Por eso solamente lo puedo representar en colegios, aulas, salones de actos o en  teatros, donde limitamos el aforo y subimos a los niños y acompañantes al escenario. Confieso que de todos mis espectáculos siendo aparentemente sencillo es el más cuidado, pues «funciona» no tanto por la magia concreta que hago como por el ambiente que se logra. Y por qué es el público al que más respeto: no saben por qué están ahí conmigo, si se hace algo mal no pueden racionalizarlo sino que lo vivirán como una experiencia vital, no pueden elegir ir o no ir, ni tiene distancia emocional para decidir si les gusta o no; lo sufren o lo disfrutan. Por todo esto tardamos un año en ponerlo en escena. Me enorgullece decir que, a diferencia de otros espectáculos de magia para bebés, no se «infla» con cuentos, ni es una adaptación del repertorio a esa edad, sino que es la primera producción específica para bebés. Así como que ha tenido el reconocimiento de los profesionales en varias ediciones del Encuentro Nacional de Magos Infantiles.

Completa información en www.magiaparabebes.com (también en este mismo blog pinchando en la etiqueta bebés o en twitter @magiaparabebes ).