2014 es el año de “Platero y yo”, su centenario oficial. Un libro vivo: muchos libros cumplen años pero pocos tienen cumpleaños.
Un libro que no fue escrito para niños, pero que lo parece porque contiene las pocas verdades que surgen del corazón. Un libro, un jardín de palabras bellas, donde se cuenta una historia sin historias.
Una prosa poética, la del premio Nobel de 1956 Juan Ramón Jiménez, que emociona no porque se haya escrito para emocionar, sino porque esta escrita desde la emoción.
Una lectura que llega a todas las edades porque los libros importantes, los que te cambian la vida incluso cuando todavía no tienes edad para tener algo que cambiar, dicen las verdades más simples –no simplezas banales para niños o estupefacientes para adultos-.

A través del devenir vital de un burrito sentimos el río de la vida. Y solo podemos decir ¡gracias! Gracias por contarnos todas las cosas verdaderas; la alegría y el dolor, la nostalgia y el alborozo, la pena y la esperanza. Gracias por hacerlo en el lenguaje que cada uno, desde la atalaya de nuestra edad, podemos entender y -si acaso no lo entendemos- al menos podemos sentir, que es otra manera de entender, de conocer o de aprender. Hay pocos libros donde salgan palabras nuevas y el lector inexperto no necesite un diccionario. “Platero y yo” es uno de ellos. Esas palabras pueden leerse, pueden ser dichas, cantadas, recitadas, pueden ser también imaginadas.
Y esa es la llave que hemos elegido para nuestra escénica versión libre que titulamos “Platero y tú. Una fantasía mágica”. Imaginar las palabras, darles forma, carne y voz: ponerlas en la caja mágica que es un teatro. Es verdad que el libro de Juan Ramón Jiménez corre el riesgo de volverse hasta cursi cuando se sube a un escenario. El adaptador puede naufragar en un océano de emociones sentimentales y caer en la bobería. Pero si el poema en prosa y el ilusionismo pueden conjugarse juntos, estaremos salvados, porque la magia nos sacude –aunque sea amablemente- y nos saca de lo ñoño por medio del asombro -la emoción básica del ilusionismo- y con sus manos, las de la magia, nos frotamos los ojos. Nuestra propuesta es frotárnoslos para buscar todos juntos a “Platero”. Aunque lo importante no sea encontrarlo a la vuelta de la esquina con su trotecillo alegre, sino la aventura de buscarlo por aquí y por allá. ¡Ojalá tarde en aparecer para que este viaje no se acabe nunca!
Cocolo, un payaso sin circo, busca a Platero y al poeta para llevarles algo importante, pero no aparecen por ningún lado. Por el camino se encontrará el cuaderno donde el poeta escribe las cosas que les pasan al burrito y a él cuando salen a pasear. Cocolo tendrá que recurrir a sus magias para entender lo que esta pasando.
Estreno 12 de octubre 2014 en Santander; Café de las Artes Teatro. Vídeo resumen https://www.youtube.com/watch?v=gtfzyfPFzOQ&feature=youtu.be
Más sobre mi magia teatral:
www.lamagiadelaindia.com «La magia de la India.» Un torpe jardinero aprende los secretos de una magia ancestral. un homenaje al premio Nobel de 1913 R. Tagore con motivo de su 150 aniversario.
www.mascolores.com «¡Más colores!» el orimer espectáculo de magia para bebés producido en España.
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