Lydia Lova: la heroína desnuda

navarcadabraLydia Lova, nacida en Polonia como Lydia de Korczack Lipski, fue literalmente ambas cosas; heroína de la resistencia francesa al nazismo y célebre bailarina en el Folies Bérgere y otros teatros del género frívolo.

Su padre Alexandre la llevó a París cuando le hicieron corresponsal de La gaceta de Varsovia. Pronto se integraron en un grupo de resistentes extranjeros a la ocupación nazi dirigido por un compatriota polaco. Una traición hizo caer al grupo en manos de la policía secreta nazi y llevó a Lydia, con 17 años, a un periplo por cárceles y campos de concentración. Al término de la guerra fue la mujer civil más condecorada, recibiendo las más altas distinciones. Y estas condecoraciones se usaron como publicidad cuando se hizo una estrella de los teatros de variedades bailando desnuda.

folies bergere
Haciéndole "Caballero"

El grupo cayó traicionado en noviembre de 1941. Su impulsor Roman Czerniawski les convenció a los nazis para trabajar como agente doble en Londres a cambio de la seguridad de sus más de 50 agentes.  Su colaboración garantizaría el bienestar de sus compañeros encarcelados. En realidad los nazis le engañaron; unos 40 resistentes fueron enviados a campos de concentración a partir de marzo de 1943, aunque solo murieron siete. Lydia fue liberada por la Cruz Roja en 1945 y enviada a Dinamarca, su padre, mientras tanto, estaba confinado en un campo de exterminio, sobrevivió y se reunieron en Suiza al término de la guerra. Pero aunque Roman Czerniawski hizo de agente doble no traicionó a los británicos y pasaba información falsa; fue uno de los agentes de información que despistaron a los nazis ante el desembarco de Normandía.

Mientras estuvieron en activo fueron un grupo de resistencia importante; formaron una red de información y espionaje por toda Francia llamada Interallié. El nombre en clave de Lydia era Pollito. Durante un año aquella muchacha de 16 años se dedicó por el día a dibujar planos de instalaciones militares, fábricas, informar de movimientos de tropas, etcétera y por la noche a bailar con los oficiales alemanes. Una doble vida muy difícil para una adolescente. Luego vendrían celdas de castigo o de aislamiento en varias prisiones y campos.

En el campo de Ravensbrück fue cobaya de un médico que le puso una inyección diciéndole que sus efectos tardarían en verse  uno 25 años… Lydia Lova, fallecía en 1966, a los 41 años de edad y 23 años después de que le pusieran aquella inyección. Nunca pudo determinarse la causa de la muerte.

Ella sabía que socialmente su profesión era considerada demasiado frívola y a pesar de sus condecoraciones era un capítulo de su vida poco valorado. Quizá por ello, en 1960, con diez años de dedicación al teatro de variedades, a las condecoraciones que tenía alguien tuvo la idea de sumar la de  Caballero de la Legión de Honor (se me hace muy divertido que todo un Caballero se dedicase a bailar en porreta con una boa de pluma). En cualquier caso un capítulo más de Vidas Ejemplares a las que debemos gratitud. Gente corriente, anónima, que se ve en circunstancias extremas y hace lo que debe.

En 1963 John Izbicki publicó su biografía en Londres.