Muchas veces alguien pregunta «Â¿Cómo lo has hecho?» Básicamente se trata de dos tipos de pregunta: 1/ es una expresión de asombro 2/quiere saber cómo funciona. Hay muchas lÃneas de diálogo que ya se han hecho clásicas entre las respuestas de los magos:
-Con mucho cuidado.
-Lo aprendà en Hogwarths antes de que me expulsaran.
-Te lo dirÃa, pero luego tendrÃa que matarte.
-No lo sé. Solamente sigo las instrucciones, debe de ser magia.
-¿Sabes guardar un secreto? Yo también.
-El código de los magos no me permite decirlo.
-Muy bien.
-Con las manos.
-A veces ni yo mismo lo sé y me despierto en la noche intrigado.
El problema de todas estas respuestas es que según la entonación pueden parecer arrogantes. Aunque uno solo quiera ser ingeniosamente evasivo. Por eso yo las voy arrinconando en mi repertorio, prefiero decir que «Es magia de verdad, o sea, de mentirijillas que es la única magia de verdad?» o «No me preguntes, yo quisiera no saberlo para poder disfrutar del misterio». Recientemente encontré una en un foro de colegas: «Es fácil, puede hacerlo un niño de seis años a cambio de practicar durante siete». Sea cual sea la respuesta lo correcto es no dañar la emoción del espectador, pues quien pregunta generalmente esta expresando una admiración más que una curiosidad genuina.