celebración de empresa

¿Cómo es mi espectáculo para corporaciones, cenas de empresa y celebraciones con empleados o clientes? (En este blog hay bastante info pulsando la etiqueta «empresa», pero…)

Magia para Schlinder

El verano pasado estaba montando mi material en el escenario de la plaza del cierto pueblo de Burgos. Se me acercó un señor bastante serio y educado pero directo: – «¿Magia o chistes?», -«Magia y humor», -«¿Sacas gente?», -«Sí, claro…» -«Pues ni se te ocurra sacar a nadie», -«Puedo hacer el espectáculo de magia sin sacar a nadie al escenario, no hay problema. Traigo repertorio de sobra para adaptarme a la situación, edades…», «Pues eso. Y si no hay humor mejor». «Ya sé que me contratan como mago, si quisieran humor habrían llamado a un humorista, pero la magia hay que hacerla amena. No soy humorista ni cuento chistes, simplemente añado una sonrisa al asombro.»

Aquel hombre era el alcalde. Estaba preocupado porque en sus propias palabras «En este pueblo solo hemos reñido entre vecinos a cuenta de un mago que vino hace cinco años y eres el primero en venir desde entonces».

¡Vaya! ¿Qué habría pasado? Sencillamente aquel colega sacó a escena a varios voluntarios y los «abrasó» con chistes y comentarios que puede producir risa como cuando ves a alguien resbalar en una piel de plátano. Es un impulso primario, luego te preocupas de si se habrá roto una pierna. O sea es una risa fácil pero que avergüenza. Claro que si ves que alguien va poniendo pieles de plátano la cosa ya no tiene gracia de ningún tipo.

Hay artistas que ponen el piloto automático y sea cuál sea el público que tengan delante hacen el mismo repertorio y los mismos chistes. Puede que en un pub donde nadie o casi nadie te conoce, me decía aquel alcalde, tenga gracia dirigirte a alguien como «¿Quiere venir a ayudarme? Sí, usted, la señora del bigote». En realidad creo que hay muy pocas situaciones en las que se deba usar ese humor. Hay gente que tiene complejo por su calvicie. Nada tiene de particular ser calvo. Pero yo no sé si a esa persona le importa o no que nos ríamos de ello. Es más, como decía aquel alcalde, la broma más ingenua a lo mejor esta metiendo el dedo en la llaga sin saberlo. Y es verdad. La gente de un pueblo pequeño se conoce toda entre sí. Una broma mal pensada puede despertar algún problema que estaba larvado o como me decía este señor; luego hay que estar todo el año aguantando los comentarios. En la ciudad se ríen de ti pero ya no vuelves a coincidir con la mayoría de esas personas.

¿Qué tiene que ver esto con la magia de empresa? Pues que es lo mismo. Un pequeño «pueblo», donde todos se conocen y puedes meterte en un barrizar con lo que tú crees ser de lo más inocente. Por eso mi humor no tiene víctimas -en todo caso yo mismo- es un humor blanco que a nadie ridiculiza y quien participa lo hace porque quiere. Tiene que ser así. Incluso en situaciones informales como puede ser una sobremesa, sacar a alguien a que te ayude le pone en una situación de desamparo ¡no sabe qué tiene qué hacer y sabe qué tú si sabes qué hacer! Y es en esos momentos cuando tienes que ser más cuidadoso y hacer que todos se sientan cómodos.

Un ejemplo con un juego de mi creación: hago aparecer una bola, la paso de una mano a otra y a una persona le pregunto dónde se encuentra la bola. Sé que piensa que llevo ventaja y que le quiero hacer quedar mal. Pero acierta. Lo repito y vuelve a acertar. Finalmente muestro que tengo una bola en cada mano «Porque me gusta que acierten». Luego pasan más cosas, pero este detalle es el que ya mete inconscientemente, sin  necesidad de decirlo, el mensaje de que aunque creas que te pongo en un aprieto no serás ridiculizado.

Y siempre queda ¡hacer magia yo solo! Que para eso llevo mi magia visual, mis palomas, mis levitaciones, etcétera.

Más info: 617735351  iurgi@iurgimagia.com