El mes de mayo finalizó tan singularmente frío que los grafiteros cambiaron los sprays por las agujas y la lana.
Para saber más de este estilo de intervención urbana pincha en los enlaces: http://culturacolectiva.com/yarn-bombing-tapizando-la-ciudad/, http://yarnbombingcoru.blogspot.com.es/ (allí hay más enlaces). En España hay en Zaragoza, A Coruña, Bilbao, Valencia… lana, ganchillo, calceta. Hacen sus quedadas laneras y también a veces admiten donativos en género para hacer manoplas y bufandas y venderlas a beneficio de Cáritas como hizo el grupo de A Coruña.
Se trata de un estilo grafitero muy especial con unos diez años de vida. Aunque puede ser reivindicativo o político, también tiene un sentido lúdico. En general se considera un tipo de intervención que busca dar notoriedad y vida a espacios tristes o urbanísticamente «aburridos». Suele ser perseguido a pesar de que no estropea el mobiliario urbano, ya que no deja de ser una toma del espacio o de los objetos sin control por parte de los organismos de la administración, como ocurre con los jardineros de guerrilla. En realidad hay dos tipos de jardinería «guerrillera»; la de quienes toman sus azadas y colocan sus plantas en espacios estropeados, en rincones de la ciudad abandonados o en jardines descuidados y la de quienes arrojan semillas dentro de bolas de tierra a ese tipo de suelos, esperando que la naturaleza siga su curso. Pero esto de la guerrilla gardering ya es otro tema…