Orson Welles mago (2): 1915-2015

A los 23 años Orson Welles conmocionó a la audiencia de la CBS haciendo creer que los extraterrestres invadían la tierra. Era la adaptación de la novela de H.G. Wells “La guerra de los mundos”. Otras adaptaciones le habían precedido, como “Drácula”, “La isla del tesoro”, “El conde de Montecristo” o “La vuelta al mundo en 80 días”.

magia Orson Welles
Durante la emisión: nada pregrabado

Creo que Orson Welles y su equipo del “Mercury Theatre on the Air”, necesitaban un golpe de efecto, pues trabajaban para la CBS sin un patrocinador. Y este golpe fue realizar un falso noticiero. Un especial informativo que se interrumpía de vez en cuando con música. La invasión marciana comenzó con estas palabras: “Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa para presentarles el último boletín oficial de Intercontinental Radio News. Desde Toronto, el profesor Morse de la Universidad de McGill informa que ha observado un total de tres explosiones del planeta Marte entre las 7:45P.M. y las 9:20P.M.” Aunque inicialmente se advertía de que se trataba de una ficción, esta declaración se realizó mientras la audiencia escuchaba mayoritariamente otra emisora de éxito. Welles y sus colaboradores sabían el momento en el que la audiencia solía mover el dial para escuchar otras emisoras. Y cuando los oyentes conectaron con la CBS aquello parecía un verdadero boletín de noticias de última hora. No todo es mérito de Welles, la adaptación “La guerra de los mundos”, fue también obra de Howard Koch y John Hauseman, un fantástico equipo de actores y en los efectos especiales sonoros un innovador joven músico que empezaba a dirigir ese mismo año la orquesta de la CBS. Era Bernard Herrmann, autor de partituras inolvidables para Welles y para Hitchcock o la última que realizó, “Taxi Driver” de Scorsese.

Al escuchar la radio uno se forja en la mente las imágenes que el medio no le facilita. Hace encajar lo que oye con sus expectativas, sus temores, etc. Esto explica el éxito de aquella emisión en un contexto de pesimismo social casi pre-bélico: recesión económica, varios regímenes dictatoriales en Europa, violencia y expansión nazi, la invasión japonesa en China, guerra en España, etc. Miles de personas se lanzaron a la calle, los atascos bloquearon las salidas de las ciudades, creyeron ver extraterrestres o afirmaron que Nueva York había sido destruida. Se colapsaron los servicios de bomberos, policías, centralitas telefónicas. La masa de gente colapsaba las redacciones periodísticas en busca de información. Era un 30 de octubre de 1938. Ese mismo año volaba por primera vez Superman y una aurora boreal de dimensiones desconocidas se veía hasta Gibraltar.

Hoy nos preguntamos cómo se diluyó toda esa reacción. Cómo fue que la gente volvió a su vida normal sin más. En realidad hay que relativizar el pánico. Pasado todo, en buena medida fue una buena historia sensacionalista que la prensa amplificó, seguramente con el fin de desacreditar la credibilidad de un medio nuevo que se estaba llevando los ingresos por publicidad. De todos modos era una buena historia.  “Solo” un millón y medio de personas se creyeron la historia. Entonces EE.UU. andaban por los 138 millones de habitantes. La ciudad de Nueva York se acercaba a los 7 millones y medio.

Orson Welles tuvo que dar explicaciones al día siguiente por su broma de Halloween. Y aunque se hizo el inocente, bastantes años después confesó que eran conscientes de lo que podía ocurrir. Un resumen de las declaraciones de Welles en rueda de prensa:

“A pesar de mi profundo pesar por cualquier malentendido que nuestra transmisión podría haber creado entre algunos oyentes, estoy aún más desconcertado por este malentendido a la luz de un análisis de la propia emisión. Me parece que son cuatro los  factores, que mantienen a la emisión dentro de los límites de la ilusión, de la ficción.  La primera es que la emisión se realizó como si ocurriera en el futuro, y como si fuese relatada por un superviviente de un acontecimiento pasado. La fecha de esta invasión imaginaria de este planeta por los marcianos se da claramente en 1939 y fue así que se anunció al comienzo de la emisión. El segundo elemento fue el hecho de que la emisión tuvo lugar en nuestro programa teatral semanal y así había sido anunciado en todos los periódicos. (…) El tercer elemento fue el hecho de que en el primer momento de la emisión, y dos veces durante la misma, se les dijo a los oyentes que se trataba de una obra de teatro, una adaptación de una vieja novela de HG Wells. El cuarto factor, que me parece ser el más relevante de todos,  es la familiaridad de las fabulaciones sobre, (…) Marte y los marcianos. Durante muchas décadas, «El hombre de Marte» ha sido casi sinónimo de fantasía. (…) La fantasía como tal se ha utilizado en programas de radio muchas veces. En estas transmisiones, los conflictos entre los ciudadanos de Marte y otros planetas ha sido un cuento de hadas aceptado familiarmente.

iurgi magia Orson Welles
Una tensa rueda de prensa

 

 Orson Welles respondió después a preguntas de los periodistas:

P: ¿Es usted consciente del terror que ha pasado toda la nación mientras estaban dando la emisión?

WELLES: ¡Oh, no, claro que no. (…) Después entré en un ensayo general de una obra de teatro que se estrena en dos días (La muerte de Dantón) y he venido casi sin dormir. Así que sé menos de esto que usted. No he leído los periódicos. Estoy terriblemente conmocionado por el efecto que ha tenido. La técnica que utilicé no era original, ni mía ni del Mercury Theater. Ni siquiera era nueva. No anticipé que ocurriría nada inusual.

P: ¿Cuál fue su reacción después de ver el pánico que la emisión causó?

WELLES: Por supuesto estamos profundamente conmocionados y profundamente arrepentidos de los resultados. (…) Yo estoy extremadamente sorprendido al saber que una historia que se ha convertido en familiar para los niños a través de las tiras cómicas y muchas novelas posteriores, pudiera tener un efecto tan inmediato y profundo en los oyentes de radio.

P: Después de saber lo que pasó, ¿haría el show de nuevo?

WELLES: No voy a decir que no voy a seguir esta técnica de nuevo, ya que es una forma dramática legítima.(…) La radio es algo nuevo y todavía estamos aprendiendo sobre el efecto que tiene en las personas.

P: Cuando fue consciente por primera vez del impacto causado?

WELLES: Inmediatamente después de terminar la emisión, cuando algunas personas me hablaron de la gran cantidad de llamadas telefónicas recibidas.

P: ¿Debería de haber bajado el tono del drama?

WELLES: No. No se hace un asesinato con palabras suaves.

P: ¿Por qué cambiaron las ciudades de la novela inglesa para ponerles los nombres de las ciudades estadounidenses y los nombres de funcionarios del gobierno?

WELLES: HG Wells utiliza verdaderas ciudades en Europa, y para hacer el juego más aceptable para los oyentes de América, hemos utilizado ciudades reales en América. (…).

A las pocas semanas el programa cambiaba de nombre. Habían encontrado un patrocinador: la sopa Campbell.

Sobre los efectos de sonido -un engaño ilusionista para los oídos, porque en aquel momento no se usaba archivo de sonidos reales sino artilugios que los imitasen- Orson Welles y Dean Martin realizaron una parodia para televisión. Pincha aquí.