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En lugares donde hay un público de edades variadas y además se trata de espacios escénicos amplios suelo terminar mi espectáculo con algún aparato tipo levitación, chica cortada en dos, acto musical de aparición de animales, etc. No me pasa todos los días pero a veces alguna madre o algún padre se preocupan de que a su niño le ha gustado más la guillotina que la aparición de una paloma. Se preguntan si es normal o si expresa algún tipo de preocupación con la violencia. Últimamente varias personas me lo han comentado -en estos cuatro días de puente que acabamos de tener en la Feria de navidad de la Costa Vasca, en FICOBA, Irún, donde hemos ofrecido una actuación diaria.
teatro en Miranda de Ebro
Hoy recibo el último comentario por correo electrónico sobre la reacción de una niña de cuatro años a la que lo que mas gustó fue «la chica cortada en tres trozos». Un efecto que hemos presentado durante años en festivales infantiles siempre sin sexismo o atisbos de violencia de género, sino más bien como un juego de invulnerabilidad y una atmósfera de comedia. Esto me ha dado pie para responder por escrito y este es mi correo:
No tienes que preocuparte por «la psicópata». Su reacción es normal. En Ficoba hice dos juegos que no son claramente para ellos; la guillotina que corta la mano (no recuerdo si la hice el domingo) pero en un tono de comedia para los adultos que hace que en el momento del corte los niños ni se enteren, además la persona que «sufre» el corte no deja de sonreir en todo momento. Pero es un efecto que su valor esta en dar unos minutos de risas para los adultos. El otro efecto que hice es el que dices de cortar a una persona en tres. Tampoco le damos un tono dramático porque para empezar el público no es tonto y sabe que todo es apariencia, pero tampoco queremos que un niño impresionable se lo crea demasiado.
Este tipo de juegos no son para niños porque hay que huir de aquello que ellos puedan imitar. Por eso si en vez de cortar con planchas fuese con cuchillos no lo hubiesemos presentado. Pero en cambio psicológicamente son muy fáciles de entender para ellos y por eso les gustan: algo o alguien se corta y enseguida se recompone. Es muy distinto de una predicción por ejemplo, por eso muchos niños cuando el espectador dice que pensó en París y tu muestras que tenías una postal de París dentro de un sobre dicen «Pero se lo ha dicho la persona». No es un concepto fácil. Lo mismo ocurre cuando una cosa desaparece, se queda en la mente la pregunta de a dónde ha ido o donde se ha escondido. Por eso suelen aplaudirse más los efectos de aparición.
En el caso de los efectos de destrucción y reconstrucción, sea una cuerda que se corta y se recompone, un periódico hecho trozos y reconstruido o una persona cortada y recompuesta, creemos que su éxito, además de la facilidad de entender lo que ocurre, es que son una metáfora de la muerte y la resurección; de fragilidad convertida en invulnerabilidad; de que algo que ha sucedido no es irreversible. O sea tiene más que ver con conjurar el temor a la perdida o la necesidad de reafirmación. Pero esto no significa que tu niña tenga carencias afectivas o se sienta vulnerable, sino que se siente cómoda con ese «argumento» y esto puede significar también que lo que le reafirma algo de su experiencia; por ejemplo si se le ha roto un juguete y tú se lo has arreglado, el truco de magia lo que esta es reafirmando esa experiencia de que «todo tiene arreglo».
Los juegos que más gustan a los niños son:
1/ aquellos en los que no importa la magia sino lo que pasa mientras llega la magia, o sea; que al mago se le pierda la varita, luego quiera hacer aparecer una paloma y se equivoque y saque una rana, después se le caigan las cartas, etc.
2/ Los juegos «de mayores» como cortar a una persona. Todo lo que implique riesgo y peligro, para alguien menos para ellos: como los adolescentes cuando van a ver pelis de zombis.
2/ fuego. Creo que a todos nos fascina pero por razones pedagógicas, algunos magos usamos pocos juegos con fuego.
3/ Todo lo que sea hacer aparecer dinero. Esto lo conectamos con la magia del deseo. Ellos han aprendido que la mayoría de las cosas que desean se logran pagando. Por eso el juego más realizado durante la posguerra española era el de la bolsa vacía de la que aparece un huevo. Era expresión del deseo de comer. Y por eso muchos juegos de lugares con sequías como en algunas zonas de la India, desde tiempo inmemorial se hacen juegos con vasijas de agua.
4/ Apariciones de animales. Incluso a veces da igual que no hagas un juego de magia, basta con abrir una caja y sacar un conejo blanco para que se revolucionen.
