Houdini y Conan Doyle enfrentados ¡telón!

Las obsesiones de Houdini y Conan Doyle

¿Recuerdas el pase en España por tv de la miniserie sobre Houdini protagonizada por Adrien Brody? Ya comenté entonces algunas imprecisiones respecto de la historia real, aunque fueran necesarias «licencias poéticas»: técnica de guionista para construir un relato dramatizado que mantenga el interés. El último capítulo se centró más que en la vida de Houdini en resumir algunas de sus obsesiones. Su obcecación en intentar contactar con su madre a través de médiums. Su cruzada contra el fraude espiritista, cuyo máximo defensor público era Conan Doyle. Es de agradecer que en la mimiserie no cayesen en la tentación, una vez muerto, Harry Houdini,/Adrien Brody de hacerle contactar con su esposa Bess. El film terminará con Bess en una sesión espiritista y un rótulo comentando que nunca más volvieron a contactar. Es rigurosamente cierto, aunque no ha habido año en el que no se le haya «manifestado» a alguien, desde que falleciera el día de Halloween de 1926, a consecuencia de una infección generalizada, derivada de las lesiones internas por un puñetazo mal encajado y un apéndice en mal estado.

Mago en Navarra

Houdini fue un cruzado contra el espiritismo

Era de conocimiento público, Houdini y Bess tenían un código secreto para detectar el fraude o la legitimidad de cualquier aproximación mediumnística. No era fácil que engañasen a Bess. Ella y su marido eran expertos en codificar mensajes secretos. Tengo en mi biblioteca precisamente uno de los códigos encontrados entre los papeles de Houdini (gracias Marko por traducirlo), que les permitía poder presentar un espectáculo demostrando el espiritismo fraudulento de unos 30 minutos. Hubo varios intentos de dar con la frase o la palabra clave. Todos fracasaron durante años.

Es difícil desmentir a una ola de credulidad

En 1929 Arthur Ford (1896-1971) fundador de la primera iglesia espiritista de Nueva York pretendió haber hallado el código secreto. La verdad es que Bess había comentado el código a un periodista en 1927, en 1928 se había publicado en una biografía de Houdini. Y para que todo quede claro, los compinches de Ford confesaron haber participado en el fraude. El código era de todas maneras algo bastante inteligente; para evitar filtraciones accidentales ni siquiera Bess conocería el mensaje exacto. Detectaría el uso del código y encontraría sentido en unas palabras sin relación aparente entre sí. Aunque se ha publicado una y otra vez que Bess admitió el acierto de Ford en 1929, hasta su fallecimiento en 1943 no dejo de desautorizarle.

Conan Doyle, modelo de crédulos

En el capítulo final vimos también la relación de Houdini con Conan Doyle y la credulidad del creador de Sherlock Holmes. Seguramente a muchos espectadores sorprenderá que Sir Arthur Conan Doyle, creyera a pies juntillas en el espiritismo. Al ser el creador de un personaje que se revela como el culmen de la racionalidad analítica y el cientifismo esperamos de su autor capacidades similares. Lo que menos esperamos es que Conan Doyle creyese ¡en las hadas! Tomó como auténticas las fotos que reproduzco. No es difícil deducir que se trata de simples recortes de papel con figuras muy del gusto del art-deco.

Navarcadabra magia

La credulidad en su contexto

La cuestión de porque tantas personas fueron (y son) crédulas es fácil de entender. Con la ventaja de que los muertos no pueden corregir a un falso médium (perdón por la redundancia). Tal y como le amenazan a Houdini/Adrien Brody: «cuando te mueras te haremos decir lo que queramos, serás nuestro». Un médium estará muy atento a que el espíritu manifieste aquello que el pariente o el amigo quiere escuchar. Y debemos de entender el ambiente de la época. Después de una primera guerra mundial devastadora, con millares de familias rotas. Después la crisis económica del 29, el ambiente prebélico desde la ascensión al poder del fascismo y el nazismo. Algo similar había ocurrido años antes en EE.UU. con los supervivientes de su guerra civil. Conan Doyle quizá se consoló en el espiritismo al perder a nueve familiares entre ellos su hijo, en el campo de batalla.

Las fotos de las hadas de Conttingley aunque eran claramente unas falsificaciones, representaban un mundo al que escapar en 1917, en plena guerra. Nuevas fotos, terminada la contienda,  ya no tuvieron eco. Elsie Wright  y su prima Frances Griffiths,  de 16 y 10 años respectivamente, se hicieron famosas con las fotos que ellas mismas habían tomado. En 1976 confesaron la travesura en la televisión británica. No hacía falta ¿cierto?

La muerte «accidental» de Houdini

En la miniserie vemos como J. Gordon Whitehead, golpea a Houdini para probar si es cierto que tiene unos abdominales a prueba de puñetazos. A Houdini le pilla por sorpresa y sufre lesiones internas que se complican en una peritonitis. Morirá nueve días después. En los últimos años han surgido especulaciones sobre si no se trató de un asesinato ordenado por algunos de los médiums espiritistas a los que desenmascaraba Houdini. Los guionistas dejaron el tema en el aire. El estudiante de la Universidad McGill (31 añitos) insulta a Houdini por su cruzada contra los médiums. La escena puede interpretarse tanto como la de un joven airado que ve la oportunidad de machacar a Houdini, como la de alguien que actúa en nombre de un colectivo. Lo más probable es que no hubiera una intencionalidad y de hecho no se le procesó. Houdini sufría de apendicitis y el golpe, que no era mortal de necesidad, solo agravó la situación. ¿Qué fue de aquel estudiante? El homicida involuntario murió por desnutrición en 1954, era un hombre reservado, vivía de las mujeres y robaba libros. Solo se conserva de él la foto adjunta.Mago en Navarra

 

Houdini asesor científico contra el espiritismo

Otro asunto que sale en el capítulo final de la miniserie es la colaboración entre Houdini y la prestigiosa revista Scientific American. Houdini escribió en 1925 en un artículo de prensa: «El cincuenta por ciento del mundo quiere ser engañado. Pero, ¿cómo han sido capaces los autodenominados psíquicos de mistificar a científicos representativos como Sir William Crookes, Sir Oliver Lodge, William James y el fisiólogo francés, Charles Richet – hombres supuestamente de pensamiento recto, mentes analíticas? Por no hablar de esos escritores eminentes como el sincero, aunque engañado, Sir Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes. Yo creo que el núcleo de la cuestión es que los científicos, filósofos y psicólogos viven en los círculos donde la honestidad se por sentada. Es inconcebible para ellos que pueda ser practicado un engaño tan brutal. No se dan cuenta de que están trabajando mano a mano con los miembros de una de las profesiones más inmundas del mundo.»

¡Telón! Por ahora…

Como se ve en la serie, Houdini formó parte de un cómite científico de la revista Scientific American (en España editada como Investigación y Ciencia) con el fin de dar 5.000 $ a quien consiguiera demostrar la veracidad de una experiencia mediúmnica. A punto estuvieron de dar el premio a Mina Candron, «Margery». La atractiva esposa de un cirujano de Boston parece que se llevó a la cama a más de uno de los miembros del comité (así lo atestigua una nieta) y además uno de ellos realmente creía en el espiritismo y deseaba que se entregase el premio. Fue la determinación de Houdini la que lo impidió. Así en 1924 terminó el comité de un modo algo incómodo para todos. Y así parece que seguirán por siempre dada la naturaleza humana respecto de estos asuntos.