… o empezar en cualquier otro oficio debes de sudar la camiseta. ¿Se te da bien tocar de oído? Harpo Marx daba conciertos de arpa y aprendió de modo autodidacta. Nada garantiza que seas un Harpo Marx. Tampoco sabemos si Harpo no aprendió solfeo en contra de sus deseos, sencillamente porque se puso a trabajar muy joven. Lo que es seguro es que le costó mucho esfuerzo. Pero el esfuerzo debe de ser correctamente dirigido. Puedes pasar horas y horas ensayando algo, pero si lo has aprendido defectuosamente solo estas aprendiendo cómo hacer muy bien algo que esta mal. Así que aprende solfeo. El solfeo de tu oficio.
Tus metas deben de ser objetivos concretos. No sirve de nada pensar que «la música es mi vida», «he nacido para el arte», «lo llevo dentro y solo tengo que sacarlo». Esto es puro onanismo narcisista adolescente, a veces justificado por familiares y amigos. Una fase. Pásala cuanto antes. Hay quien animado por otros compañeros en su misma situación cree que hace lo correcto porque actúa en un local de copas y triunfa. Naturalmente, han ido todos tus amigos, el dueño ha hecho caja… Márcate objetivos concretos. Escalones que subir. ¿No hay escuela de música cerca de tu pueblo? Desde luego de magia lo dudo. Entra en el coro de la parroquia aunque lo tuyo sea lo gótico-. En el grupo de teatro del barrio no vas a aprender a levitar, pero sí a pisar un escenario, a controlar la atención de un público, mejorarás tu voz, tu expresión corporal. Luego sigue marcándote otros escalones. Suerte (y esfuerzo).