Charles Spencer Chaplin nació tal día como hoy de 1889 en un Londres herido por las desigualdades sociales de la industrializacion del siglo XIX. Su personaje de Charlot debutará en el cine al comenzar la I Guerra Mundial y cuando ésta termina Charlot-Chaplin es una figura del cine mudo. En el período de entreguerras se consolida en la industria con sus propios estudios y con la fundación de United Artists junto con grandes figuras del cine que querían tener libertad de creación y distribución.
Nunca he creído que un artista verdadero sea inmune a lo que pasa en su entorno, ni tampoco que necesite producir un mensaje explícito. Creo que toda puesta en escena dice como somos y cómo queremos ser: nada hay neutral y todo es una toma de postura. De modo que aunque es evidente el mensaje antibelicista de El gran dictador o la denuncia de la deshumanización del capitalismo en Tiempos modernos, también su cine cómico mudo -tartazos y tortazos, persecuciones hilarantes y la picaresca del vagabundo- expresa por sí mismo un modo de ver y criticar el mundo circundante. Después de la I guerra mundial vendrán los locos años veinte, la gran depresión, la 2ª Guerra Mundial… este es el gran teatro del mundo sobre el que proyecta su cine. Vistas hoy como venerables reliquias, incluso aunque sean valoradas artísticamente, es difícil darnos cuenta de los riesgos que tomaba Chaplin, al estrenar un film como El gran dictador apenas tres meses después de que los nazis comenzasen la guerra en Europa. O de la antipatía generada por la crudeza desesperanzada en M. Verdoux (1947) estrenada en un clima social de euforia victoriosa, pero también de dolor e incertidumbre. Chaplin fue un cómico y también un testigo que daba testimonio a través de su obra. Por eso sus relaciones con el poder no fueron fáciles y hubo de exiliarse a Suiza. Pero como él mismo dijo por boca de su personaje Calvero; el tiempo es un gran autor, siempre da con el final perfecto. Estamos en el siglo XXI y Chaplin sigue siendo una referencia.
¿Quieres saber más?, te enviaré un correo electrónico semanal (para no darte la lata) con las publicaciones del blog. Solamente tienes que enviarme tu correo electrónico. No lo compartiré con nadie y solo te enviaré cosas mías que crea de tu interés, también puedes sugerirme temas o hacerme preguntas.