Un artista singular que abre un nuevo camino artístico. La expresión con las manos es evidentemente un lenguaje no verbal pero en cuanto lenguaje contiene gestos cuyo significado es adquirido, no universal. Aunque también haya una gestualidad innata. Dejemos para los expertos los límites y dimensiones de lo innato y lo adquirido. Existen códigos socialmente aprendidos sin esfuerzo (el gesto del auoestopista, por ejemplo) pero otros son altamente codificados como el idioma de los sordos o los gestos sagrados o mudras, algo así como el yoga de las manos.
Puede que las manos formen parte del teatro de objetos o de los títeres, como marionetas minimalistas y el trabajo de Niko Baixas, se emparenta antes que con los códigos de lenguaje con el universo titerero -de tan rica tradición y de tan rica vanguardia en Cataluña-.
Aunque en sus espectáculos utiliza multimedia para su puesta en escena y puede recurrir a la figuración y a la narrativa creo que lo más relevante es su investigación en formas abstractas. Esto le ha llevado también a ser considerado un escultor. Escultor de gestos, de esculturas efímeras ¡no se va a cortar las manos para ponerlas en un museo! Su repertorio escultórico creo que anda por el millar. Este arte tan peculiar requiere de otras artes y técnicas anexas para poder ser difundido. Por eso la documentación fotográfica y la edición de su obra son, junto con las performances escénicas, las herramientas principales de difusión de su trabajo. Dos caminos que le permiten explorar nuevas posibilidades.
Escribió hace tiempo Ramón Mayrata (por él a través del maestro de magos Daniel Raley he sabido de Niko Baixas) que los ilusionistas tenemos seis manos y lo explicó basándose en la gestualidad y en las técnicas manipulativas que empleamos …¿cuántas tiene Niko Baixas?